¿Quién es parte de mi familia?

Por Mauricio Carrasco

Mauricio Carrasco

“¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?” Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: “Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.” (Mateo 12: 48-50)

Recientemente el Papa Benedicto XVI escribió una carta a todos los seminaristas del mundo, en la cual dijo que “no se llega a ser sacerdote solo.” Quisiera entonces tomar esta oportunidad para reflexionar sobre la familia que me ha ayudado en mi jornada hacia el sacerdocio.
Por supuesto que mis padres y hermanas han realizado un papel importantísimo en mi formación. Pero a lo largo de mis años en el seminario me he dado cuenta que mi familia es mucho más grande de lo que pienso. Este verano pasado, por ejemplo, estaba yo en la capilla de adoración al Santísimo Sacramento cuando sentí que alguien puso su brazo alrededor de mí.
Al voltear, vi a Jerry, un feligrés de San Rafael. En voz baja me dijo que quería enseñarme la oración que rezaba por mí muy seguido. Es una oración muy bonita, pero solamente recuerdo vagamente que decía algo así: Señor, prepara las manos de este joven para que algún día puedan ser dignas de sostenerte en la Eucaristía. El simple recuerdo de estas palabras y de saber que Jerry está rezando por mí me conmueve. Desde ese momento deje de ver a Jerry como simplemente un feligrés o un conocido, forma ahora parte de mi familia.
Poco a poco me voy dando cuenta que mi familia está creciendo. Recientemente recibí la carta de un joven deseándome feliz cumpleaños desde su celda en la cárcel. Me encuentro con gente de todas partes de la Diócesis que me dicen que están pidiendo por mí. Es algo verdaderamente conmovedor.
Lo que más me conmueve, y que últimamente me ha puesto a pensar, es que mi familia está compuesta de diversas culturas. Y esto es para mí algo muy confortante.
¿Por qué? Porque soy hijo de dos culturas. Viví mi niñez en México, pero he vivido gran parte de mi vida aquí en los Estados Unidos. Pasé gran parte de mi juventud tratando de descubrir si era más mexicano o más americano; tratando de decidir a quién echarle porras en el mundial, a México o a Estados Unidos. Pues aunque a muchos no les guste, quisiera decirles que le voy a los dos. Quisiera decirles que más de ser mexicano o americano soy cristiano.
Y si Dios quiere, seré Padre de una familia cristiana que incluye a las dos. Lo que une a mi familia no es el futbol, ni lo es una misma lengua, o un sólo color. En las palabras del Padre Udo, “lo que nos une es que corre en nuestras venas la misma sangre de Cristo Redentor”.

Mauricio Carrasco, es miembro de la Iglesia de San Rafael en Springdale, es seminarista de la Diócesis de Little Rock y estudia en el Seminario de St. Meinrad en Indiana.

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