Por Patricia May
Corresponsal de Fayetteville

SPRINGDALE — El Centro de la Justicia para los Trabajadores del Noroeste de Arkansas (NWAWJC) perdió inesperadamente a su director ejecutivo a causa de una enfermedad el otoño pasado, pero eso no ha disipado la pasión que sienten los miembros del personal por proteger a los trabajadores de bajos ingresos. Tampoco, como ellos mismos indican, disminuyó la necesidad para la ayuda que ofrecen.
Fundada en el 2002, esta organización ayuda a los trabajadores de bajos ingresos a fin de proteger sus derechos legales en asuntos relacionados con el lugar de trabajo, la compensación de los trabajadores, el discrimen y lo que ellos describen como “hurto de sueldos”.

Contacto:
El Centro de la Justicia para los Trabajadores del Noroeste de Arkansas (NWAWJC)
2200 W. Sunset Ave., Suite B4
Springdale, AR 72762
www.nwawjc.org
(479) 750-8015

Luis Aguayo-Herrara, director ejecutivo interino, señaló que el hurto de sueldos aplica en casos cuando los empleadores se niegan a pagarles a sus trabajadores o evitan que reciban ciertos beneficios adquiridos. Estas situaciones a menudo involucran a trabajadores indocumentados (aproximadamente el 80 por ciento de los trabajadores con dichas reclamaciones son hispanos), sin embargo, Aguayo-Herrara indicó, no se debe considerar un asunto de inmigración.
En el caso de trabajadores indocumentados, algunos empleadores poco escrupulosos saben que sus víctimas se muestran renuentes a la hora de presentar quejas por temor a que sean deportados, señaló Aguayo-Herrara. Mantiene que los oficiales encargados del cumplimiento de la ley, ya sean policías que reciben quejas de hurto de servicios o fiscales, a menudo no actúan ante ellas.
La organización sin fines de lucro NWAWJC trata de ayudar a los trabajadores de varias maneras, a veces a través del Departamento del Trabajo de Estados Unidos, pero también mediante otros métodos, como por medio de negociaciones con empleadores, comentó Aguayo-Herrara. Si los empleadores no cumplen con el acuerdo negociado, entonces el caso se podría presentar ante un tribunal de menor cuantía, que en Arkansas, evalúa reclamaciones de hasta $5,000. A menudo, eso da “mejor resultado que el (lento) Departamento del Trabajo”, observó.
Aguayo-Herrara parece, hasta cierto punto, ser un candidato poco común para su pervisar el centro de justicia. Egresado de la Universidad de Arkansas en el 2008 (con un título en ingeniería química), espera asistir al colegio de medicina el año próximo más o menos. Mientras tanto, se ha desviado levemente para desempeñarse como trabajador social, una labor que según él está totalmente opuesta a lo que esperaba ser en un principio.
Es de cierto modo una filosofía de vida ya que su hermana, Ana Aguayo, está trabajando como coordinadora de subvenciones mientras se prepara para asistir en el futuro al colegio de leyes. Aunque ambos son originarios de México, vinieron con su familia primero a California y posteriormente se trasladaron a Arkansas para estar más cerca de sus parientes. El tercer miembro del personal es Fernando García quien se encarga de coordinar la campaña.
Este año, una subvención de $35,000 de la Campaña Católica de Desarrollo Humano le ha permitido al personal aumentar su capacidad y el alcance de sus labores, comentó Aguayo-Herrara.
“Con esta subvención, podremos contratar a otra persona para ayudarnos a organizar nuestro trabajo y nos dará más tiempo para delegar y entender nuestras labores y campañas”, agregó.
Con la ayuda de abogados voluntarios, el centro NWAWJC está redactando un decreto propuesto para Fayetteville que otorga a todos los empleados, independientemente de su situación migratoria, protección contra empleadores poco escrupulosos, señaló Aguayo-Herrara.
El Alcalde Lioneld Jordan ha expresado su apoyo, mencionó, y el centro espera contar con suficiente apoyo por parte de los miembros del consejo municipal para aprobar este decreto.
“En cuanto lo aprobemos en Fayetteville, lo divulgaremos a otras ciudades interesadas (incluidas) Springdale, Rogers, Morrilton, Fort Smith y Pine Bluff […] para que puedan imitar (la ley)”, señaló.
Los organizadores quieren presentarle el decreto a la legislatura estatal de Arkansas el próximo año con la esperanza de que se convierta en ley en julio de 2011.
El centro adopta muchas causas, como la verificación de tarjetas, comúnmente asociada con los sindicatos. Sin embargo, Aguayo-Herrara señaló que el centro NWAWJC es una organización sin fines de lucro, no un sindicato.
“Hemos trabajado con sindicatos en asuntos que tratan sobre mejores condiciones de trabajo para los empleados, pero no somos un sindicato. Nosotros (trabajamos con) nuestros miembros únicamente (para ayudarles) a recibir los beneficios por los cuales han trabajado. Somos básicamente defensores de quienes se sienten atemorizados”, en especial de quienes temen actos de represalia debido a su situación migratoria, agregó.
El centro del noroeste de Arkansas, ubicado en Sunset Avenue, cerca de la Iglesia de San Rafael, es el centro de justicia para los trabajadores en el estado y se enfoca principalmente en los trabajadores del noroeste de Arkansas. Sin embargo, tenemos trabajadores que han venido de otros estados, como Oklahoma, Texas y Missouri en búsqueda de ayuda, señaló Aguayo-Herrara.

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