El 20 de abril se honró a dos de los consejeros más allegados al Obispo Anthony B. Taylor en la Iglesia de Cristo Rey de Little Rock.
Los sacerdotes de la diócesis de Little Rock, Mons. Francis I. Malone y Mons. Scott Friend, recibieron títulos honorarios del Papa Benedicto XVI como una manera de reconocer el servicio que le han brindado a la Diócesis de Little Rock, especialmente duante el Año del Sacerdocio, señaló el Obispo Taylor, quien solicitó los nombramientos.
“Al honrarlos hoy, elevamos el ejemplo que nos han dado de servicio desinteresado y nos sentimos inspirados a vivir nuestro propio sacerdocio con la misma lealtad, valentía y amor abnegado que vemos en ellos”, mencionó el obispo en su homilía.
Se singularizó en especial a Mons. Malone por sus aptitudes de liderazgo. Además de ser el párroco de la Iglesia de Cristo Rey de Little Rock, es el canciller de asuntos eclesiásticos, por lo que se encarga de muchos de los deberes relacionados con el clero, y es el vicario jurídico encargado del Tribunal.
Se trasladó a México durante seis semanas de enero a febrero para aprender español.
Se le elevó con el cargo más alto concedido a un monseñor y rara vez otorgado, protonotario apostólico supernumerario. Mons. Gaston Hebert, antiguo administrador diocesano, es el único otro sacerdote en la Diócesis de Little Rock que posee esta distinción.
Los sacerdotes con esta distinción también reciben un sello papal, semejante al que usan los notarios, y un “ferraiolo” o capa larga hasta el piso de color rosa intenso, que usan en ocasiones especiales fuera de las liturgias. Mons. Malone usó la capa en la recepción que le siguió a la Misa.
Antes del Concilio Vaticano II, los sacerdotes con este honor también usaban una mitra, un anillo y una cruz pectoral como los obispos, aunque la capa es la única insignia que se usa actualmente. Hoy en día, estos sacerdotes llevan puesta una sotana negra con botones rojos, un ribete y un fajín de color rosa intenso.
Se señaló en particular a Mons. Friend por la manera en que ha desempeñado sus deberes como vicario general y dirigido a los directores de vocaciones mientras vive con esclerosis múltiple. También se le solicita mucho como orador, líder de retiros y director espiritual. Anteriormente, fue el párroco de varias parroquias diocesanas predominantemente hispanas y director diocesano del ministerio hispano.
Se le elevó a prelado de honor, el segundo rango de los monseñores. Estos sacerdotes usan una sotana de color rosa intenso con botones rojos, un ribete y un fajín también rosa intenso.
A la Misa asistieron 45 sacerdotes que estaban de visita tomando clases de educación continua, así como hermanos y familiares de ambos sacerdotes, feligreses actuales y anteriores, y empleados diocesanos.
El Obispo Taylor señaló que apreciaba a Mons. Malone porque le ayuda con “algunas decisiones pastorales muy difíciles que a menudo involucran a sacerdotes” y que requieren “decisiones que no son populares y que otros pueden cuestionar aunque no tengan, ni puedan recibir, todos los hechos”.
Cuando pronunció sus palabras, Mons. Malone honró a su tío, Mons. Bernard Malone, quien se jubilará en junio, actualmente es párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en Hot Springs Village.
“Él es responsable, en gran medida, de que me encuentre aquí frente a ustedes”, señaló. “Es un hombre bueno y santo. No importa todos los honores que yo pueda recibir, él es claramente superior a mí en estatura y amor”.
Me dijo que antes de acostarse por las noches, las últimas palabras que dice son, “Gracias Señor por hacerme tu sacerdote”.
El obispo indicó que Mons. Friend inspira a otros sacerdotes y a él mismo a darse cuenta de que “la labor de Dios se hace más poderosa a través de nosotros en nuestras áreas de debilidad que en nuestras áreas de fortaleza”.
“Mons. Scott Friend nos ha enseñado cómo aceptar la cruz de una enfermedad física con amor sacrificial. No sólo sobrelleva la cruz de la esclerosis múltiple que padece, sino que la acepta con amor”, recalcó.
Mons. Friend admitió que recientemente sus médicos le exhortaron a jubilarse, pero se sintió de otra manera cuando habló con el obispo sobre esa decisión.
“Me siento agradecido por el desafío que me ha presentado, de vivir mi sacerdocio como él vive el suyo”, señaló. “No siempre es fácil, a veces viene con dolor, a veces viene con sufrimiento y a veces viene con vivir algo que va más allá de nuestra propia persona”.
Editora
Malea Hargett
Malea Hargett has guided the diocesan newspaper as editor since 1994. She finds strength in her faith through attending Walking with Purpose Bible studies at Christ the King Church in Little Rock.