Durante la Cuaresma, católicos han participado en el programa 40 Días Por la Vida, una campaña internacional donde se paran enfrente de clínicas de aborto y oran por las madres que entran, por los bebés, y por los que trabajan en esos lugares, para que Dios les cambie sus corazones.
No sólo durante estos 40 días, pero cada sábado, se puede encontrar a María Maldonado, miembro de la Iglesia de Cristo Rey en Little Rock, en la acera de enfrente a la clínica, orando y tratando de hablar con las mujeres embarazadas que entran a la clínica, para que no sigan con el aborto y den luz a sus bebés.
Maldonado comenzó en 1991 orando y dando consejos enfrente de clínicas de abortos.
Trata de tener otras personas con ella, para que oren por ella y los otros mientras ella habla con las mujeres. Se ha logrado muchas veces, llevándolas al otro lado de la calle a Los Ayudantes de San José, un programa que asiste a mujeres embarazadas que deciden no seguir con el aborto. Maldonado ayudó a comenzar el programa en Little Rock y hasta recientemente fue presidenta de la organización.
Los otros que rezan hacen una diferencia, ella dijo. El año pasado más de 20 bebés fueron salvados, no incluyendo mujeres que fueron a Los Ayudantes de San José y no a la clínica de abortos.
El año pasado entrenó a 25 otras consejeras. Tienen que hablar con las mujeres como Jesucristo les hablara, Maldonado dijo.
“Cuando se acercan a la puerta, comienzo a hablar con ellas, cuando se bajan del automóvil les doy información y una tarjeta con oraciones y les comienzo a decir la verdad”, dijo.
De las 25, sólo quedan cuatro que le asisten.
Y de las que ha ayudado a no continuar con el aborto, ella sigue estando en contacto con ellas. A una mujer de 18 años, le hicieron una fiesta con regalos para su bebé. También hay otra que vive en Memphis, otra en North Little Rock. El 15 de marzo, tuvieron otra fiesta para otra mujer, en la Iglesia de Cristo Rey.
Invitaron a personas participando en los 40 Días Por la Vida. Es importante que miren el producto de sus oraciones, ella dijo.
Tiene una oración que siempre reza: Oh Espíritu Santo humildemente te imploro que estés conmigo en todas las cosas que digo, pienso y hago y que pueda seguir tu inspiración divina.
El Espíritu Santo conoce a las mujeres, nosotros no, dijo.
También participó en la Marcha Nacional Por la Vida en Washington D.C., el 22 de enero.
Caminaba con un grupo de Arkansas que iban a orar antes de la marcha, cuando recibió una llamada.
Era una de las mujeres a quien Maldonado aconsejó a no seguir con el aborto.
“¿Sabes donde estoy?” Maldonado le preguntó. “Estoy en Washington D.C., para la marcha.”
Maldonado es maestra en la Escuela de Cristo Rey, en el segundo grado. Estaba orgullosa Maldonado porque en el grupo con quien ella fue a Washington, D.C., había jóvenes adultos de la universidad que ella había tenido en su clase muchos años antes.
También recuerda un sábado cuando llegó una pareja hispana de Tennessee. Se sorprendieron porque les habló en español, pero decidieron entrar a la clínica. Después, salieron y cuando iban pasando a Maldonado, le dijeron que decidieron no obtener el aborto. El hombre dijo que no le gustó como trataron a su mujer. Maldonado les dio información y su número de teléfono.
Hay 167 ciudades entre los EE.UU. Canadá, Australia e Irlanda del Norte, donde gente está participando en 40 Días Por la Vida. Aquí en Arkansas, también están participando en Fayetteville, donde hay otra clínica de aborto. Los participantes oran y ayunan para evitar los abortos.
Desde que iniciaron el Miércoles de Ceniza, han salvado a cinco bebés aquí en Little Rock. El año pasado durante el mismo tiempo, salvaron a seis.
Durante los 40 días, le pidieron a cada iglesia católica que tomara un día donde los feligreses asistieran. Cada viernes, su parroquia participa y siempre tienen a muchos enfrente del lugar, orando.
Maldonado dice que hace lo que hace sólo por el poder de Dios.
La Marcha Nacional Por la Vida fue como una bendición de Dios porque vi tanta gente que quiere parar los abortos, dijo Maldonado. Vi muchos sacerdotes, reli giosas, seminaristas, hispanos, gente de otros grupos étnicos, vi letreros en ruso, oí gente hablar en diferentes lenguas, eran jóvenes y de mayor edad. Me hizo pensar que es algo que tenemos que continuar haciendo.
Dios le dice que tiene que seguir con el trabajo, Maldonado dijo.
El programa 40 Días Por la Vida continuó hasta el 28 de marzo, pero si Dios quiere, Maldonado continuará su tarea cada sábado y días cuando no haya clases en la escuela.
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