El Padre Anthony Basil Taylor, sacerdote de la Arquidiócesis de Oklahoma City, fue ordenado como el séptimo obispo de Little Rock el 5 de junio, durante una Misa de tres horas de duración en el Statehouse Convention Center de Little Rock.
Durante la Misa, Mons. J. Gaston Hebert, administrador diocesano, no pudo ocultar su júbilo al momento de presentar al obispo elegido para ordenación, llamándolo “la respuesta a nuestras oraciones”.
Le comentó al Arzobispo de Oklahoma City, Eusebius J. Beltran, que “los feligreses de la Diócesis de Little Rock han esperado con ansias durante dos años la llegada de un nuevo pastor como una tierra sin agua y baldía, y nadie ha estado más sediento que yo”. Esas palabras provocaron el aplauso y la risa de los asistentes irrumpiendo el solemne tono de la ocasión.
El Arzobispo Pietro Sambi, nuncio papal en Estados Unidos, leyó el mandato del Papa Benedicto XVI y el nombramiento del Obispo Taylor a la diócesis de Arkansas.
Más de 3,400 personas asistieron a la ordenación e instalación celebrada en el Governor’s Hall.
Dos extensas pantallas de video permitieron que la asamblea viera lo que estaba sucediendo desde cualquier parte de la sala. Un coro diocesano de 300 integrantes, más músicos de dos orquestas sinfónicas dirigieron los himnos y las porciones en griego, latín, inglés y español de la Misa.
La ordenación fue el punto culminante de una serie de sucesos creados para instalar y dar la bienvenida al nuevo obispo a Arkansas. Un servicio de vísperas se celebró en la Iglesia de Cristo Rey en Little Rock el 4 de junio. Antes de la ordenación, el obispo, su familia y los obispos visitantes se reunieron para un almuerzo en el Hotel Capitol frente al centro de convenciones. El Obispo Taylor celebró su primera Misa en la Catedral de San Andrés el domingo, 8 de junio, y otra para el personal diocesano, en el Centro Católico San Juan el lunes, 9 de junio.
Al concluir la Misa, el obispo caminó entre la asamblea y los bendijo. Posterior a ello, y hablando primero en inglés y después en español, les agradeció a todos por la “gran respuesta de afirmación” que había recibido por parte de miles de personas que lo felicitaron en su nombramiento.
“Ahora veo a muchos de ustedes aquí. Muchos han tomado tiempo libre de sus trabajos, han usado su preciado tiempo de vacaciones, sacrificaron el ingreso de un día, pagaron el costo de transporte, y en muchos casos, se alojaron en diversas partes para estar aquí conmigo el día de hoy”, señaló.
“A través de todos ustedes he vivido directamente lo que San Pablo describió en la 1ª Carta a los Corintios 12, 26, “Si un miembro del cuerpo de Cristo recibe honra, todos los miembros con Él gozan”, dijo ante un aplauso.
“Por eso también, siento gran humildad y agradecimiento. Mi única solicitud es que recen por mí y nuestra Diócesis de Little Rock, para que Dios me haga un buen obispo, santo y sabio, fiel al Señor, cueste lo que cueste”.
Juan Guido, seminarista de la Diócesis de Little Rock y miembro de la Iglesia de San Eduardo en Little Rock, indicó que se sentía muy emocionado con el nombramiento del nuevo obispo. “Veo que realmente es una persona extrovertida. Le gusta sonreír y es feliz. Todo eso se ve en su rostro”.
Indicó también que aunque extraña al Obispo J. Peter Sartain, se siente entusiasmado de llegar a conocer a su nuevo obispo. Dijo que de repente sintió que, “él ahora es mi obispo. Es parte de mí. Cuando busque a alguien que me ayude a tomar decisiones en la vida, lo voy a buscar a él”.
Reyna Alvarez, miembro de la Iglesia de Santa Bárbara en DeQueen, asistió a la Misa con su esposo Adrian.
“Nos sentimos bendecidos de tener un obispo bilingüe”, recalcó. “Creo que va a ser un buen obispo. Es humilde”.

Editora Asociada
Tara Little
Tara Little joined Arkansas Catholic in 2000 and has served in various capacities, including production manager and associate editor. Since 2006 she has managed the website for the Diocese of Little Rock.