Programa fomenta comunicación en familias

Por Tara Little
Editora asociada

El Diácono Marcelino Luna ha creado un nuevo programa para jóvenes hispanos que apoya las necesidades de toda la familia. Este programa se ha diseñado para ayudar a los jóvenes y a los padres a descubrir las “luces” y las “sombras” en la vida de cada uno de ellos, a fin de que puedan comunicarse mejor y aprendan a amarse y aceptarse.
Luces y Sombras es, por lo general, un retiro de un día que se lleva a cabo en las parroquias para los padres y sus hijos de 12 años en adelante. Luna, director del Ministerio Hispano de la Diócesis de Little Rock, ha celebrado cuatro de estos retiros y planea ofrecer otros más.
Desde diciembre de 2006 se han llevado a cabo retiros en Little Rock, El Dorado y Conway. El último programa del año fue el 29 de diciembre en la Iglesia de San Rafael de Springdale, indicó Luna.
En Luces y Sombras se les pide a los padres y a los jóvenes que identifiquen sus “luces”, o fortalezas y alegrías en la vida, así como sus “sombras”, o los problemas y desafíos que enfrentan, señaló.
“Hacemos todo lo posible para que ambos estén al tanto de lo que cada uno atraviesa en la vida para que se puedan entender mejor y llevar mejor”, recalcó Luna.
Después de la oración de apertura y varios juegos, el equipo del retiro separa a los padres de sus hijos. Posterior a ello, se les separa a los jóvenes nuevamente en tres categorías basadas en la edad. Es decir, los jóvenes de 12 a 15 años, de 16 a 18 años y de 19 años en adelante pasan a formar parte de distintos grupos.
Una vez separados, Luna indicó que los líderes de los diversos grupos hacen las mismas preguntas a cada una de las personas. Se les pregunta a los padres: ¿Cuáles son sus luces en la casa, el trabajo, la iglesia o en la sociedad? Se les hacen las mismas preguntas a los jóvenes, pero se sustituye la escuela por el trabajo.
Después se repite el proceso, pero la segunda vez se le pide a cada participante identificar sus sombras en los mismos lugares, señaló Luna.
Los líderes de los pequeños grupos entonces les piden a los participantes que escriban, en orden de prioridad, las alegrías más grandes y los problemas peores que tienen, señaló.
Después de un descanso, todos los participantes se reúnen y los líderes de los grupos pequeños presentan individualmente las dos listas de sus grupos.
“Las caras de los padres son dignas de verse”, indicó, “o las de los jóvenes. A veces comienzan a discutir ahí mismo”.
“He visto argumentos surgir simplemente de la desesperación que sienten. A veces son los hijos, a veces los padres”, recalcó Luna. “Ya no aguantan más”.
Los desafíos que han salido a relucir a través de Luces y Sombras tienen que ver con la falta de comunicación o aceptación mutua dentro de la familia, y con no tener una relación con Dios. Otros problemas son la falta de tiempo con la familia, el abandono, el alcoholismo, el maltrato verbal o físico y las tensiones financieras, señaló.
Después de la actividad, Luna se reúne con el párroco, las hermanas religiosas y los líderes del Ministerio Hispano de la parroquia para expresar lo que, a su juicio, fueron las situaciones mayores que salieron a relucir en el retiro, y luego ayuda a la parroquia a crear un programa a largo plazo para abordar esas situaciones dentro del grupo del ministerio de jóvenes.
Karen Alejandri, de 17 años, es una estudiante del doceavo grado de Mount St. Mary Academy de Little Rock. Tanto ella, como su hermana Frida, de 13 años, y sus padres, Patricia y Luis, acuden a la Iglesia de San Eduardo de Little Rock y participaron en el retiro de diciembre de 2006.
Karen dijo que el retiro fue una gran experiencia unificadora porque le ayudó a aprender a comunicarse mejor con sus padres. También se percató de los factores estresantes de sus padres y le ayudó a darse cuenta de que no debe presionarlos tanto.
“Ahora, cuando empiezo a quejarme de que no tengo esto o aquello, comienzo a pensar, ’Espera un momento, antes de hacerlo, date cuenta que ellos están trabajando mucho’. Mi papá tiene un turno de trabajo de 13 horas. Ya están trabajando más que suficiente”, señaló Alejandri. “Solía quejarme y decía, ’Trabaja más’, y ellos (decían), ’No, no podemos hacerlo’. Me di cuenta que debía ponerle fin a esa actitud porque ellos estaban haciendo lo mejor que podían”.
Por otro lado, dijo que sus padres la están presionando menos con sus tareas escolares y no están exigiendo tanto en lo que respecta a los quehaceres de la casa porque se dieron cuenta que MSM “es muy exigente y hay que hacerlo todo. Mis padres vieron lo que me producía tensión, aprendieron de esto y me ayudan más ya que no son tan exigentes”.

Tara Little

Tara Little joined Arkansas Catholic in 2000 and has served in various capacities, including production manager and associate editor. Since 2006 she has managed the website for the Diocese of Little Rock.

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