Por Malea Hargett
Editora

Seis hermanas del Monasterio de Nuestra Señora de la Caridad y Refugio en Hot Springs fueron excomulgadas por la Iglesia Católica debido a su participación en una asociación cismática con sede en Quebec, Canadá.
Se cree que ésta es la primera vez que se ha excomulgado formalmente a alguien en la Diócesis de Little Rock.
Las hermanas excomulgadas son Mary Gerard Lalancette, Mary Thomas O’Keefe, Marietta Fecteau, Mary Anne Lalancette, Mary Theresa Dionne y Theresa Marie Lalancette.
Las mujeres han sido miembros por muchos años de la Comunidad de la Señora de Todas las Naciones, también denominada como Ejército de María. Las seis hermanas decidieron, por su propia cuenta, incorporarse a la asociación hace unos 20 ó 30 años y adoptar las enseñanzas de su fundadora, Marie-Paul Giguere, quien cree que es la reencarnación de la Virgen María.
La asociación ya no se considera una organización católica debido a sus falsas enseñanzas sobre la Trinidad y la Virgen María, señaló un funcionario del Vaticano.
Excomunión es un término familiar para muchos católicos, aunque la mayoría no sabe lo que significa, cómo ocurre y cuáles son los pecados que una persona comete para incurrir en dicho castigo.
La excomunión es la “censura” más grave que la Iglesia puede imponer a sus miembros.
“Es un remedio medicinal para hacer que las personas regresen a comunión plena con la Iglesia”, señaló el Diácono Bo McAllister, abogado canónigo y canciller de asuntos canónicos.
Entre las razones por las cuales se excomulgaría a una persona figuran la herejía, el cisma o la apostasía. Se excomulgó a las hermanas de Hot Springs de herejía, por “negarse abiertamenta a aceptar la doctrina de la Iglesia”, indicó McAllister.
Aúnque se separe a la persona de la comunión plena con la Iglesia, la persona sigue siendo católica, señaló Mons. J. Gaston Hebert, administrador diocesano.
“Una vez que una persona se hace católica, siempre es católica”, por virtud de su bautismo, explicó.
Una persona excomulgada:
Puede siempre asistir a Misa y participar en las actividades de la parroquia.
No puede celebrar los sacramentos, recibir la comunión ni los demás sacramentos. Una persona excomulgada puede recibir los sacramentos si está en “peligro de muerte”.
No puede “participar en la liturgia con una capacidad ministerial”, como en función de lector, ni enseñar educación religiosa.
“Para los católicos, la comunión es un testimonio público de una unidad compartida”, señaló el Padre Erik Pohlmeier, antiguo capellán de las hermanas en Hot Springs. “Cuando una persona recibe la comunión, es una señal de que está en unión con los demás creyentes”.
Por lo tanto, explicó, no sería correcto para las hermanas en Hot Springs seguir recibiendo la Eucaristía, aunque él espera que sigan asistiendo a Misa.
Para regresar a la comunión plena con la Iglesia, la persona excomulgada deberá cumplir con las condiciones establecidas por la persona que impuso la censura, además de profesar el Credo y confesarse.

Malea Hargett

Malea Hargett has guided the diocesan newspaper as editor since 1994. She finds strength in her faith through attending Walking with Purpose Bible studies at Christ the King Church in Little Rock.

Latest from News