Los ministros de la Diócesis de Little Rock deben abordar las necesidades de la comunidad hispana que crece rápidamente mientras también buscan fondos para apoyar la capacitación de líderes y la educación religiosa de niños y adultos.
Este desafío lo enfrentan muchas iglesias del estado, tal como la Iglesia de San Rafael de Springdale. Casi un 75 por ciento de las 4,300 familias de la parroquia son hispanas, provenientes de todas partes de Latinoamérica.
Según las cifras de la Oficina del Censo, había menos de 20,000 hispanos en Arkansas en 1990. Al cabo de diez años, esta cifra era de 86,866, lo que representa un aumento de un 337 por ciento. En el 2000, casi la mitad de los hispanos de Arkansas vivían en cinco condados: Benton, Washington, Sebastian, Sevier y Pulaski.
Las parroquias en más de 30 ciudades por todo el estado de Arkansas, desde Arkadelphia a Wickes, ahora ofrecen semanalmente Misas en español o bilingües, señaló el Diácono Marcelino Luna, director de ministerios hispanos de la Diócesis de Little Rock.
“Entre Rogers y Springdale hay aproximadamente 15,000 feligreses hispanos”, indicó. “No dudo al decir que servimos a 50,000 personas en la diócesis de una forma u otra.
“Probablemente el mayor desafío es continuar con la formación del ministerio Hispano”, dijo. “Estamos haciendo varias cosas en lo que respecta a medidas de formación de líderes y de vida parroquial además de catequesis y los sacramentos”.
La capacitación de líderes es muy importante.
“Nuestra gente proviene de una variedad de realidades. Algunos nunca han participado en una iglesia o comunidad. La mayoría proviene de áreas rurales donde van a Misa y después a sus hogares. Es un gran desafío tratar de llegar a ellos y animarles a que participen en la iglesia”.
Para ayudar a llegar a los feligreses, el personal de las parroquias tiene que sacar el mayor provecho de los recursos limitados en sus propias iglesias. En San Rafael, un subsidio privado de fondos ha ayudado a traer a cuatro hermanas Carmelitas para ayudar en las labores de alcance de la comunidad hispana. Mujeres de diversas órdenes religiosas también ayudan con los ministerios hispanos en Jonesboro, Little Rock, DeQueen y Hope. Caridades Católicas de Arkansas dirige una oficina de inmigración en Springdale.
Todas estas actividades de alcance requieren gente y dinero. Una gran cantidad de los fondos del ministerio hispano provienen de subsidios, pero también del programa la Campaña Católica de Arkansas a Compartir o CASA. Luna calcula que el costo de mantener un programa de alcance que abarque todo el estado es de aproximadamente $1 millón.
“Estamos muy agradecidos de lo que recibimos de CASA”, señaló Luna. “Realmente contribuye con una cantidad considerable para nosotros”.
Actualmente se están aceptando donativos para el programa la Campaña Católica de Arkansas a Compartir. CASA es el programa anual de recaudación de fondos de la Diócesis de Little Rock cuyo objetivo es apoyar los ministerios y servicios diocesanos que se les ofrecen a las parroquias, a las escuelas y a personas en particular. Este año, la diócesis desea recaudar $1.35 millones para apoyar seis ministerios principales, incluyendo servicios a los católicos que hablan español. Las tarjetas de promesas están disponibles para todos los feligreses o en el sitio www.dolr.org.
Arkansas Catholic