SPRINGDALE — En Estados Unidos y el extranjero hay una tendencia cada vez mayor entre las corporaciones grandes y empresas menores de ofrecer un programa llamado capellanía en el lugar de trabajo.
Las empresas contratan capellanes como una forma de abordar las situaciones particulares de los empleados, así como asuntos de salud mental, retención en el empleo, productividad y moral.
Una de las empresas mayores de Estados Unidos, Tyson Foods Inc., cuya sede se encuentra en el noroeste de Arkansas, ha puesto en vigor un programa de capellanía para servir a los empleados de sus 81 plantas y 161 instalaciones.
El programa de Tyson está integrado por el director, Alan Tyson (ninguna relación con la familia de Tyson Foods), y los gerentes de funciones de capellanía, Charles White y Justo González II. Además de estos capellanes de tiempo completo corporativos, hay 126 capellanes que laboran a tiempo parcial y están disponibles también para trabajar con los empleados. Estas personas laboran en las mismas instalaciones para ofrecer servicio a los empleados de Tyson en las plantas avícolas de Estados Unidos, Canadá y México.
González, gerente de las funciones de capellanía para la división del oeste, se integró a dicho puesto en febrero después de desempeñarse como coordinador clínico del programa de atención pastoral de All Children’s Hospital de St. Petersburg, Florida.
Los padres de González emigraron a Estados Unidos desde Puerto Rico en la década de los 50.
Él, junto con cinco hermanos y dos hermanas, se criaron con su padre, Isaías, quien era un activista social y uno de los líderes pioneros de la comunidad hispana de Buffalo, New York. Su madre, Bernarda, era una mujer “devota de la oración para el bien social”.
Aún con esta sólida herencia católica, González, de 45 años y miembro de la Iglesia de San Rafael de Springdale, abandonó la Iglesia Católica durante sus años de adolescencia.
“Un amigo me llevó un día a una iglesia carismática que tenía una banda. Ésta es una experiencia muy cautivadora para una persona joven. Terminé acudiendo a un seminario y uniéndome a la estructura de la Iglesia Metodista Unida, dejando mis raíces con la Iglesia Católica Romana”, indicó.
No obstante, mientras se encontraba en el seminario en 1995, muere la madre de González. Éste fue un suceso que motivó su regreso a la Iglesia Católica. Tras un proceso de búsqueda en el alma, González regresó a la Iglesia Católica en 1998 e ingresó en el Seminario de Cristo Rey cerca de su pueblo natal de Buffalo, New York.
Programado para graduarse en mayo de 2001, González recibió una llamada en abril que nuevamente desafió sus planes. Su padre en Tampa, Florida, estaba muy enfermo. Después de su graduación, González decidió mudarse a Tampa para cuidar de su padre. Seis meses se convirtieron en cinco años.
En septiembre de 2005, las circunstancias de González cambiaron otra vez. En ese momento, comenzó el proceso de entrevistas con Tyson Foods. Su padre murió el 17 de enero, poco tiempo antes de que González se mudara a Arkansas.
Cuando estos capellanes trabajan en las distintas ubicaciones de las diversas plantas, están allí para caminar en las líneas de producción y ver cómo se encuentran los empleados.
“Es increíble lo que pasa cuando la gente llega a conocer y confiar en uno. Una simple conversación de ’¿Cómo estás hoy?’ da lugar a la expresión de muchas cosas”, señaló. “La gente nos habla sobre una variedad de situaciones. En muchas maneras, es un programa de ayuda espiritual para empleados. Intervenimos durante crisis de corta duración de la gente y les orientamos. Probablemente tendremos hasta cuatro sesiones con ellos. Entonces, si determinamos que necesitan otros servicios o servicios que van más allá de las destrezas de los capellanes, consultamos los recursos comunitarios, ya sean espirituales o seculares”.
El programa de capellanía ofrece beneficios tanto para el empleador como para el empleado.
“También son buenas prácticas comerciales porque un empleado bien atendido no tiene que sobrellevar una crisis enorme solo y está mejor capacitado para enfocarse mejor, ser más productivo y quedarse más tiempo con nosotros”, indicó González.
Corresponsal de Rogers