“Jesús, en cambio, permanece para la eternidad y no se le quitará el sacerdocio. Por eso, Él es capaz de salvar de una vez a los que por su medio se acercan a Dios. Él vive para siempre para interceder a favor de ellos” (Hebreos 7:24-25)
La Carta a los Hebreos ofrece una reflexión del eterno sacerdocio de Cristo, el cumplimiento de la promesa del Antiguo Testamento que revela el significado del sacrificio. El sacrificio de Cristo fue “una vez para todos” y obtener el perdón de nuestros pecados, ahora vive en el santuario celestial y vive para siempre para interceder por nosotros. El autor de los Hebreos encuentra gran esperanza en el hecho de que siempre somos los sujetos de la oración de Cristo frente a su Padre.
Como compartimos en el sacerdocio de Cristo, es una parte muy importante del ministerio de los sacerdotes y obispos el rezar por usted y sus seres queridos. Cuando viajo por la diócesis, yo seguido pregunto si alguien quiere que rece por alguna intención. Cuando yo hago esa pregunta, después de Misa se forma una línea de personas y me dicen de sus parientes y amigos que necesitan oraciones o de sus necesidades propias.
El Papa Juan Pablo enmarcó este aspecto de la vida de los obispos en Pastores del Rebaño (Pastores Gregis):
“El Obispo muestra también su amor a la Eucaristía cuando, durante el día, dedica largos ratos de su tiempo a la adoración ante el Sagrario. Entonces abre su alma al Señor para impregnarse totalmente y configurarse por la caridad derramada en la Cruz por el gran Pastor de las ovejas, que dio su sangre por ellas al entregar la propia vida. A Él eleva también su oración, intercediendo por las ovejas que le han sido confiadas (# 16).”
Es mi vocación como sacerdote y obispo y mi privilegio, el rezar por ustedes cada día. De hecho, es una expresión de mi amor por ustedes. En ese espíritu, quisiera hacerles una invitación. Si hay alguna intención por la cual desean que yo rece, por favor envíenme una pequeña nota por correo. Yo mantendré su nota en mi capilla y su intención será parte de mis oraciones diarias frente al Santísimo Sacramento.
Oraciones intercesoras unen el mandamiento del Señor de amar a Dios sobre todas las cosas y a nuestros vecinos como a nosotros mismos. Oraciones cristianas son siempre “en nombre de Jesús,” porque Él continuamente intercede por nosotros frente a su padre. El Papa Juan Pablo también ha escrito:
“Aprender a rezar significa ’conocer al Padre’… Aprender quién es el Padre significa aprender que es verdad absoluta. Conocer al Padre significa obtener la certeza que Él no te niega, aunque lo material y psicológico parezcan indicarlo. Él nunca te rehúsa.” Entonces, oración intercesora, es una profunda expresión de esperanza en Dios. Aún cuando nos sentimos agobiados por la vida, la oración nos ayuda a encontrar el sentido de la experiencia que estamos viviendo.
Si usted tiene intenciones, por favor envíelas a:
Lista de Oración para Obispo Sartain
Diócesis de Little Rock
2500 N. Tyler St.
P.O. Box 7239
Little Rock, AR 72217
¡No es necesario que uno esté en mi lista para estar en mis oraciones! Es mi regocijo cada día, elevar a todos ustedes al Padre en el cielo cuyo cuidado providencial nos acompaña en cada momento.